Las broncas del presidente

Gabriel Ordóñez Nieto

El país no se libra del escándalo cuasi diario. Los políticos de pacotilla se encargan de mantener en vilo la endeble democracia ecuatoriana. El bisoño gobierno ecuatoriano y sus voceros alimentan de manera ingenua pugnas ineficaces que a nada bueno conducen. La falta de sagacidad, la inexperiencia y la falta de olfato político se notan con claridad.

Lo malo de todo esto radica en la inestabilidad y estancamiento de todas las acciones orientadas al control de la delincuencia y al alivio de la crisis económica. El gobierno sabe de sobra que la Asamblea Nacional está en campaña electoral y hará todo lo posible para frenar todas las iniciativas del ejecutivo para restarle prestigio y credibilidad al candidato presidente. La mañosería de los asambleístas se evidenció cuando modificó el número de votos necesarios para allanarse o no ante un veto parcial del presidente. Se abre un camino perjudicial para la legislación ecuatoriana: el veto total a todas las leyes aprobadas por la asamblea. Las partes en conflicto tienen la obligación ética y moral de encontrar un camino para superarlo.

La bronca con la señora Abad está desgastando al gobierno. Los motivos para anularla no son válidos. La señora fue parte de un binomio que ganó las elecciones. Sus declaraciones, difundidas de modo amplio por las redes sociales la descubren de cuerpo entero, no es para nada confiable y si llega a encargarse de la presidencia la democracia corre peligro pues las medidas anunciadas son del todo inaceptables y tendrían que pararse de alguna manera. Esto no debería darse y la única manera de evitarlo es ejerciendo el poder hasta el último día del período para el cual fue electo. La ambicionada reelección puede esperar, la patria es primero. Ojalá esto se entienda. No le conviene maltratar más a la débil y confusa legislación del país.

La bronca con la ciudadanía al haber escogido como funcionario del ministerio de gobierno, a un correísta de cepa no tiene explicación posible. No solo por sus antecedentes políticos sino por las actuaciones sospechosas, no aclaradas, en el pasado reciente, al adquirir y derrocar un bien patrimonial de la capital y haber actuado como abogado defensor de figuras de RC5 acusadas de actos reñidos con la administración pública. ¿Es una torpeza? o ¿Es parte de un repudiable acuerdo político? Pronto se sabrá. Quito DM 9 de junio de 2024

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