21-MESES

Primeros 21 meses de Vida

De la vida de los seres humanos considero que los meses más importantes son sus primeros 21 meses de vida, los 9 que transcurren en la gran mayoría de embarazos y los primeros 12 de su vida posnatal.

Para que la vida intrauterina transcurra en los mejores términos es recomendable tener una consulta pregestacional con el propósito de asegurar la salud de la futura gestante sobre todo en su estado nutricional, la corrección de posible anemia y la recomendación de tomar ácido fólico para prevenir malformaciones del neuroeje. No es descabellado pensar en un futuro no muy lejano que cada ciudadano porte, como cédula de identidad su genoma, y conozca antes de engendrar o concebir los posibles defectos congénitos (metabólicos o malformativos) que podría transmitir a su descendencia sea como carácter dominante, recesivo o ligado al sexo.

Desde luego que se debe establecer o descartar otros factores de riesgo. El país exigía hace unos años lo que se conocía con el nombre de examen prenupcial, habría que investigar que ha pasado con esto y revisar si consta como actividad obligatoria en el COS en vías de aprobación.

La medida permite alcanzar un par de objetivos: captar a la gestante para persuadirle de acudir a un control prenatal que no debería, en la mayoría de casos, exceder de 5 controles convenientemente repartidos a lo largo de la gestación y que cumpla en cada ocasión ciertas actividades obligatorias (estimación de la edad gestacional sobre la base de la fecha de la última menstruación, tensión arterial, peso, altura del fondo uterino, etc) Cuando haya la facilidad ofrecer estudio ecográfico que no necesita practicarse en cada control. Evitar el abuso de este procedimiento cuya calidad y validez están ligadas a los conocimientos y experiencia del operador. No está por demás mencionar que las medidas indicadas aportarán a la disminución de la mortalidad materna pues se detectarán con oportunidad problemas hipertensivos de la gestación, hemorragias e infecciones, sobre todo las urinarias, etc.

El personal requerido para este trabajo no requiere de especialidad. A más de caro es imposible distribuir especialistas, con fuerte inclinación a practicar cesáreas, a lo largo y ancho del país, las zonas deprimidas que sufren carencias, limitaciones y ausencias poco se benefician de atenciones profesionales de este tipo. Las obstetrices deberían cumplir un papel muy activo sobre todo en áreas periféricas de las grandes ciudades: ofrecer control prenatal de calidad, implementar la atención domiciliaria del parto y programas de educación sexual y anticoncepción en especial en adolescentes. Una ventaja relacionada con esta participación sería la reducción de las infecciones con gérmenes hospitalarios de difícil tratamiento.

Al país le conviene contar con personal de enfermería capacitado para estas tareas y para la atención del parto normal domiciliario siempre y cuando se cumplan con ciertas condiciones una de las cuales será tener acceso a una unidad hospitalaria de segundo o tercer nivel para solventar alguna emergencia obstétrica. La enfermera al término de su formación regular tendrá un año de estudio y práctica para asumir esta responsabilidad. Los costos de estas medidas son asequibles y lo que es más importante mejorarán las coberturas.

En las comunidades distantes o en aquellas apegadas a formas tradicionales de atención del parto se debe ofrecer capacitación a las comadronas para lograr, en todos los casos, una atención limpia del parto con el propósito de reducir el número de infecciones maternas y fetales.

El mayor crecimiento del ser humano ocurre en el último trimestre de la gestación. Alcanza a triplicar el peso que tiene a las 28 semanas de embarazo. Es indispensable que la mujer tome de manera obligatoria el reposo prenatal para que contribuya con su alimentación y reposo al crecimiento fetal.

Lo propuesto hasta este punto contribuirá a mejorar el peso de los niños al nacimiento. Es muy favorable tener un peso adecuado al nacer y no provocar el nacimiento antes de las 39 semanas de embarazo, con esto la morbilidad casi se reduce a cero. Detectar la asfixia a tiempo, el 90 por ciento de estos problemas ocurren antes de que nazca la criatura y apenas el 10% restante la inicia luego de este momento. Cuando sea posible y las condiciones sean favorables practicar la reanimación intrauterina.

Indicar siempre el apego precoz con inicio de la alimentación con el seno materno desde los primeros minutos de vida. Mantener la lactancia materna exclusiva y a demanda hasta los 6 meses de edad con un adecuado seguimiento de la curva de crecimiento postnatal para identificar con toda oportunidad al que no crece bien y necesita ayuda.

Tener un esquema de vacunaciones completo y evitar, a toda costa, los incumplimientos.

La madre debería gozar después de las doce semanas de reposo postnatal, que le corresponden por ley, de trabajo a medio tiempo con remuneración completa hasta que su hijo cumpla el año de edad.

Debería establecerse un sistema riguroso de control para evitar el mal uso de este tiempo que se le concedería para que tenga contacto permanente con su hijo, lo alimente bien, acuda a los controles programados que en estas condiciones no necesitan ser mensuales y lo estimule en su desarrollo. La alimentación al seno debería continuar hasta el año de edad. El complemento debería comenzar al sexto mes o antes si la curva de crecimiento se aplana o decae.

Estos primeros 21 meses de vida son capitales para tener niños sanos con futuro alentador.

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